Conoce la historia de emprendimiento de MamaQuilla, premiada como la “Mejor Cafetería de Lima” del 2019 por la Cámara Peruana de Café y Cacao. Este negocio es dirigido por la licenciada en Economía por la PUCP Jannet Villanueva y su hija Gracia Briceño.
MamaQuilla es una cafetería de especialidad creada por Jannet Villanueva, egresada de nuestra Facultad de Ciencias Sociales y su hija Gracia Briceño. Esta iniciativa surgió a raíz de que Gracia realizara unos cursos en España sobre tostado, cata y todo el proceso relacionado a la preparación del café.
Fue así que en el 2015 decidieron abrir su primera tostaduría-cafetería en Pachacamac, bajo una propuesta diferente que integre la pasión por el café, la alimentación saludable y el cuidado del medio ambiente. “Este proyecto empieza como una tostaduría de café. Posteriormente, añadimos un ambiente para servir el café en sus diferentes presentaciones y acompañarlo con algunos postres y platos saludables”, señala Jannet Villanueva.
El objetivo de este emprendimiento es construir una cultura del café de especialidad en el Perú, ya que a pesar de ser uno de los principales exportadores de este producto en el mundo, su consumo no es tan popular como en otros países. “En Suiza el consumo per cápita de café es de 8 kilos por persona al año. En cambio, en el Perú es de medio kilo por persona al año. El Perú exporta un café de calidad al mundo, pero contradictoriamente los peruanos terminamos consumiendo un producto de menor calidad que viene del extranjero. Lo que más nos interesa es contribuir a que valoremos nuestro producto nacional”, manifiesta.
Esta cafetería ofrece una experiencia completa a sus clientes, ya que no solo se centran en la venta de café, sino que les enseñan el proceso que existe detrás de su preparación. “MamaQuilla es un espacio donde uno puede disfrutar de un café de primera, pero también puede conocer el origen del producto y el proceso de preparación y tostado. En estos cinco años hemos notado que el consumidor empieza a interesarse por la calidad del café que toma”, expresa.
En el 2019 decidieron participar del Concurso de Cafeterías de Especialidad organizado por la Cámara de Café y Cacao de Lima y el Ministerio de Agricultura, donde fueron premiados como la ‘Mejor Cafetería de Lima’. “Estábamos convencidos que la calidad de nuestro café y nuestro proceso de preparación eran excelentes. Además, creíamos que ya teníamos la experiencia necesaria para participar en este certamen. Al jurado le encantó la calidad de nuestro expreso, así como el servicio, la presentación y el ambiente que encontraron”, señala.
Una de las partes más complicadas para la elaboración de un producto de alta calidad, es el proceso de selección de los granos de café y la post cosecha, para lo cual es de vital importancia trabajar de manera conjunta con los productores. “Para muchos productores la mejor oportunidad de mercado de café de especialidad es su exportación en grano verde, recién a raíz del surgimiento de las cafeterías de especialidad en nuestro país es que se ha empezado a ver al mercado interno como otra alternativa. Esto ha ocasionado la generación de nuevos procesos en toda la cadena de valor, que van desde labores de extensión intensiva en campo, formación, generación de nuevas oportunidades laborales, nuevos emprendimientos y articulación con diversos sectores de la economía y la sociedad”, sostiene.
MamaQuilla ofrece granos de café originarios de las diferentes regiones de nuestro país. Actualmente trabajan con granos provenientes de Cajamarca, Cusco, Junín, Ayacucho (zona VRAEM) y San Martín.
Para sacar adelante este emprendimiento, nuestra egresada señala lo importante que fue su formación universitaria en nuestra casa de estudios. “La Católica te permite desarrollar una visión privada, pública, social y ambiental. Se promueve el análisis, la reflexión y a entender las diferentes realidades que existen en el Perú y el mundo. Además, me enseñó a perseverar y a no rendirme, ya que hacer empresa en el país es todo un desafío”, expresa.
Actualmente, el contexto de crisis que vivimos por la pandemia del coronavirus, los ha llevado a reinventarse como negocio y adaptarse a estas nuevas circunstancias. “Nosotros tuvimos que parar cuando se decretó el Estado de Emergencia. Fue muy difícil porque nos estaba yendo bastante bien. Ahora nos ha tocado adecuarnos a esta nueva ‘normalidad’. Hemos orientado nuestro servicio a la modalidad de delivery y recojo en tienda, siguiendo con los protocolos de bioseguridad establecidos por el Estado. Si bien el futuro es incierto para el negocio, nos da bastante esperanza el hecho de que nuestros clientes nos busquen y pregunten por nuestro producto”, señala.
Cuando esta situación acabe, la idea es que MamaQuilla pueda expandirse en el medio local y llegar al mercado internacional. “Queremos abrir varios puntos de venta en Lima. Además, buscamos exportar nuestro café tostado al extranjero. Creo que es importante lograr que el Perú exporte un producto con valor agregado”, sostiene.
Finalmente, Villanueva motiva a nuestros egresados a aventurarse a emprender su propio proyecto. “Las cosas no son fáciles. Hay que tener mucha paciencia y perseverancia, pero creo que hacer un emprendimiento es algo que vale la pena. No deben tener miedo, ya que si se lo proponen pueden lograr cosas maravillosas”, finaliza.