Revista Brújula #93 Te lo resumo así nomás
25/07/2022

5 estrategias para reconocer información falsa

Francesca García, periodista y egresada PUCP de la maestría de Ciencias Políticas y Gobierno, nos cuenta cinco puntos claves para que los ciudadanos no creamos fácilmente en todo lo que vemos, escuchamos o leemos.

Francesca García es periodista y egresada PUCP de la maestría de Ciencias Políticas y Gobierno. En la actualidad, forma parte del equipo de El Filtro, un medio peruano dedicado a la verificación de hechos o fact-checking. Esta labor del periodismo consiste en identificar errores e información falsa que transcurre a través del internet. No obstante, ella nos cuenta cinco puntos claves para que los ciudadanos no creamos fácilmente en todo lo que vemos, escuchamos o leemos. 

1. Conocer qué se pone en duda

Al realizar fact-checking no se verifica opiniones, puntos de vista ni juicios de valor. Sólo se confirma información concreta, datos y afirmaciones. “La verificación de hechos es una herramienta y, además, es un producto propio; es decir, sirve para hacer una revisión de información en el menor tiempo posible”.

2. Observar las diferentes formas de desinformación

Se puede poner en duda declaraciones en medios de comunicación incompletas o datos omitidos, enunciados presentados fuera de contexto, sucesos con una interpretación forzada, errónea o distorsionada y, finalmente, información falsa. Estas características ilustran la intencionalidad con la que se comparte una noticia. “Para crear estos mecanismos de desinformación es necesario que sujetos tengan poder económico y/o político para mover la información a su favor”. 

3. Identificar la fuente

Es fundamental buscar de dónde proviene la información que uno está leyendo o escuchando, algo que la era digital facilita a cualquier persona. Hay que preguntarse ¿Quién lo dijo? ¿Cuándo se compartió? ¿Dónde se publicó? “Un ejemplo claro es lo que ocurre en los grupos de WhatsApp, es muy común que en ese espacio se compartan muchas noticias en formato de difusión; sin embargo, en esos casos se desconoce el origen”. Sin duda la fuente no puede ser un rumor y lo mejor es corroborar información de fuentes institucionales o medios de comunicación oficializados por redes sociales. 

4. Pensar dos veces antes de compartir

La definición de viralizar contenido es precisa cuando se trata de información no corroborada que viaja como una infección contagiosa que llega de una persona a otra en corto tiempo. Si no conoces el origen de la información, entonces no la compartas. Los datos y hechos que circulan en redes sociales no son inofensivos, debemos ser responsables y reflexivos con lo que difundimos. “Las personas tienen el poder en sus manos cuando no tienen certeza de la fuente, veracidad y temporalidad de la información”.

5. No aferrarse a los miedos

La información falsa viaja más rápida que la información verdadera; por lo tanto, resulta interesante detenerse a pensar ¿Por qué es tan fácil dejarnos engañar? Esto sucede porque a las personas se les hace más fácil preferir creer en todo aquello que respalde sus creencias, miedos e, inclusive, odios. “Esto se ha visto con frecuencia durante la pandemia. En muchos casos, los ciudadanos han optado por seguir sus convicciones, antes que a la ciencia”. 


 

Esta entrevista con Francesca García es parte de Brújula N°93, la revista de los #egresadosPUCP.