Reconocido consultor internacional en temas de prevención y gestión de crisis financieras, identificación de bancos en problemas y rehabilitación, y reformas bancarias estructurales. Ha sido Socio de PricewaterhouseCoopers, Superintendente de Banca y Seguros del Perú en dos oportunidades, funcionario en el sector financiero privado y trabajó por más de 20 años en el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde le tocó trabajar en las crisis financieras más importantes que se dieron en el mundo en ese periodo.
La destacada trayectoria profesional de Luis Cortavarria empezó en las aulas de nuestra casa de estudios, exactamente en el local ubicado en el jirón Miro Quesada en pleno centro histórico de Lima. Él recuerda con mucho cariño esa etapa de su vida y le guarda mucha gratitud a la PUCP por haberle dado las herramientas que le permitieron avanzar en su carrera profesional. “Para mí, la PUCP es mi casa. Siento que le debo mucho porque me brindó los fundamentos para poder desarrollarme en la vida. La Católica es un vehículo de oportunidades y progreso social para todos”, señala.
También resalta la formación que tuvo en la Facultad de Ciencias Contables, ya que le dio una visión interdisciplinaria que le permitió trabajar de manera más eficiente junto a profesionales de distintos campos. “En la facultad te preparan para que puedas entender a los diferentes actores con los cuales te vas relacionando profesionalmente a lo largo de tu carrera, tales como economistas, abogados corporativos y tributaristas, entre otros. Ahí te brindan las bases que te permiten entender cuáles son los objetivos y como los contadores pueden complementar o apoyar su trabajo. Además, sales familiarizado con diversos temas financieros que más adelante te serán de utilidad conforme uno va asumiendo tareas de mayor responsabilidad”, expresa.
A lo largo de su extensa trayectoria laboral ha desempeñado diversos cargos en instituciones públicas y privadas del Perú y el mundo relacionadas al sector financiero. Uno de los más resaltantes en el sector público fue el cargo que desempeñó en dos oportunidades como Superintendente de Banca y Seguros del Perú (SBS). En particular recuerda su primer periodo, donde le tocó trabajar en la reforma del sector financiero peruano y de la reestructuración de la Superintendencia. “Llegué en 1992 cuando se empezaba hacer la reforma del sector financiero. Con el apoyo del personal técnico de la institución resolvimos muchas entidades privadas y públicas, y trabajamos en la segunda reforma de la ley de bancos. Fortalecimos muchos reglamentos prudenciales que regulaban el sistema financiero y con respecto a la Superintendencia reducimos su tamaño para que sea mucho más eficiente. En ese periodo quizás me tocó poner la primera piedra de una superintendencia nueva, la cual ha alcanzado actualmente un alto nivel de especialización y reconocimiento internacional como resultado del trabajo de todos los superintendentes que han estado a cargo y el concurso de su equipo profesional”, manifiesta.
Posteriormente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo invitó a trabajar con ellos a raíz de su experiencia y buena gestión en la Superintendencia de Banca y Seguros. Y por tanto en 1996 viajó a Washington para ser parte del Departamento de Asuntos Monetarios y Financieros del FMI. “Este Departamento cuenta con exsuperintendentes y expresidentes de los bancos Centrales de distintos países. Nuestro rol consistía en diseñar el componente del sector bancario y financiero de los programas del FMI. Lo primero que debíamos hacer era identificar cuál es la problemática que existía en el sector financiero para ver qué reformas se necesitan implementar y a partir de ahí diseñar las políticas del sector”, explica.
Cuatro años más tarde retorno al país para integrarse como socio de PricewaterhouseCoopers, para luego retomar la dirección de la SBS, y finalmente volver al FMI. En esta entidad internacional estuvo por más de 20 años, de la cual se jubiló recientemente, en los que se especializó en la gestión y manejo de crisis. Durante su carrera en el FMI tuvo la oportunidad de trabajar en la mayoría de las crisis financieras más importantes que se presentaron en el mundo. Esta labor le significó una gran responsabilidad, ya que conjuntamente con sus colegas y autoridades locales, tenía que diseñar una estrategia rápida y eficaz que ayude a los países a salir de la crisis, dentro de los parámetros del programa y buscando minimizar su costo fiscal.
“Hay un mensaje que siempre transmitía a las autoridades de cada país: en una crisis uno tiene una bala de plata y por lo tanto hay que usarla inteligentemente. El reto de diseñar un programa es identificar con limitada información el origen de la crisis y las políticas que pueden ayudar a salir de ella con la mayor rapidez y eficiencia posible. Hay que buscar el mejor balance entre rapidez y costo fiscal”, sostiene.
Finalmente, hace un breve análisis sobre la situación económica en la que se encuentra nuestro país actualmente. Él muestra su confianza en el trabajo que realizan las instituciones y autoridades económicas del Perú, así como en las fortalezas del propio sistema financiero.
“Seguramente que los eventos políticos recientes han afectado la imagen del país no solamente en los mercados, sino ante los ojos de los organismos internacionales. Esa es una realidad que es imposible de negar. Pero también es cierto que el trabajo realizado en los últimos 25 años le ha permitido al país obtener muchos logros en distintos aspectos de la realidad económica y financiera. El Perú ha estado siempre muy bien reconocido por la calidad de sus funcionarios en el Banco Central, en la Superintendencia de Banca y Seguros, y en el Ministerio de Economía, y hasta la actualidad estas instituciones mantienen su prestigio fuera del país. Si los actores políticos no interfieren, llegaremos a buen puerto”, afirma.