El Perú es uno de los países de Latinoamérica con menos presupuesto de salud mental. Hasta el día de hoy el personal, infraestructura y atención psicológica es escasa. ¿Qué deben tomar en cuenta el siguiente gobierno en salud mental?
Entender la Salud Mental como un tema prioritario
Es importante considerar la salud mental como un componente integral y esencial en la salud. De acuerdo a la OMS “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Por tanto, debemos cambiar los prejuicios de atenderla. Betty Carreño, señala que “el trabajo del psicólogo supone necesariamente un trabajo con las emociones”. La psicóloga rescató la importancia y su relación con el bienestar del cuerpo, “cuando estamos emocionalmente bien, hasta nuestro sistema inmune está protegido”, agregó.
Fomentar la comunicación entre nuestros pares
El confinamiento nos ha cambiado la vida, en consecuencia nuestra forma de comunicarnos. De acuerdo a la especialista, hablar con alguien de confianza sobre lo que sucede a nuestro alrededor y sobre lo que sentimos puede ayudar a fomentar una red de soporte en momentos difíciles. Pero, si las emociones que sentimos son reiterativas y van deteriorando nuestra calidad de vida y cuidado personal, llevándonos a cambios severos en el estado de ánimo, pensamientos negativos, experimentando síntomas de depresión, la mejor opción será buscar ayuda de un profesional.
Aprovechar la virtualidad para llegar a más personas
Se ha comprobado que el mundo virtual puede traspasar fronteras. Para Carreño, aprovechar los beneficios de la tecnología para llegar a más personas que necesiten de ayuda emocional. “Como psicólogos, la experiencia de este año nos ha demostrado que las consultas virtuales e incluso telefónicas han sido muy efectivas para poder establecer una conexión afectiva con el paciente. La persona se ha sentido escuchada, pensada, contenida, y profundamente agradecida. La tecnología nos ha permitido llegar a más personas y a diferentes lugares del país donde antes no hubiera sido posible llegar”, resaltó.
Se debe aumentar el presupuesto
Si bien como ciudadanos esta no es una responsabilidad que nos corresponde, es importante poner atención sobre este punto. Desde el gobierno, se debe incrementar el presupuesto en salud mental. Hasta el 2017 habían solo 31 centros de salud mental comunitarios, ante esta necesidad, en el 2020 el Gobierno duplicó el presupuesto de S/. 221 millones a S/. 551 millones. Aun así, la Organización Panamericana de la Salud, indica que se destine más del 2% de presupuesto de salud mental.
Aumentar el número de especialistas
En la misma línea con el anterior problema mencionado, se debe incrementar el número de especialistas y personal médico capacitado para atender esta temática. Según datos de la OMS, el Perú tiene en promedio 3 psiquiatras y 10 psicólogos por cada 100.000 habitantes – de esta cifra–, el 72 % desarrollan sus actividades en Lima. Para la psicóloga, Betty Carreño, es necesario convocar a instituciones, sociedad civil, centros especializados en salud mental y emocional que puedan involucrarse y brindar ayuda a la población.
La tarea es de todos
Este último punto, es el más importante. La salud mental es un compromiso que debemos de tener en cuenta todos los ciudadanos. “Es importante que los centros especializados, universidades y la sociedad en su conjunto puedan sumarse para brindar ayuda. Hoy más que nunca se debe otorgar ayuda, algunas instituciones tienen líneas de atención telefónica gratuita La Sociedad Peruana de Psicoanálisis, El Centro de psicoterapia psicoanalítica de Lima, El Centro de Psicoterapia Psicoanalitica de Pareja y Familia y otras instituciones que forman parte de la Asociación Psicólogos Contigo.“Es nuestro rol como ciudadanos y profesionales contribuir para que la salud mental y emocional sea considerada como prioritaria en nuestra sociedad”, dijo la especialista.