Columna de Opinión
16/07/2021

Los retos de migrar hacia otros países

Giuliana Lira, egresada de Derecho y delegada de la Comunidad de Ex Alumnos PUCP Cánada Región 2, nos cuenta sobre los retos que implica migrar a otro país y acceder a otras oportunidades.

Si queremos practicar paracaidismo debemos contar con dos paracaídas: uno principal y uno de reserva. Obvio, queremos disfrutar del deporte de aventura y no tener un desenlace fatal. No son muchos los que deciden hacerlo, implica enfrentar ciertos miedos.  

Migrar a otro país, donde además no hablan el idioma con el que creciste, definitivamente también conlleva enfrentar nuestros miedos y por eso es importante que tengas un paracaídas que te permitirá navegar de manera más amigable en tus retos. Uno de los más frecuente será el encontrar empleo, y en ese caso vale la pena contar con dos paracaídas: el idioma y el networking. 

Puede parecer evidente, pero si quieres resultar atractivo y competitivo para el mercado laboral debes aspirar a tener el mayor nivel del idioma local. Para el mercado laboral canadiense es el inglés (dejemos de lado por ahora a Quebec). Una gran ventaja, en ese aspecto, es que las ciudades más grandes y pobladas de Canadá tienen un porcentaje elevado de migrantes. En Vancouver, por ejemplo, alrededor del 50% de su población es migrante y ello puedo ser una ventaja en la medida que tu «acento» es aceptado y respetado, sin contar que el hablar dos idiomas te da una ventaja considerable. 

Así cuentes con estudios avanzados en inglés, a veces sientes que no eres tan fluido como un nativo, y es verdad, no es tu idioma original, pero tienes que tener un nivel que te permita desarrollarte sin mayores contratiempos. Y acá una consigna conocida pero muy acertada, la práctica hace al maestro. Desde acceder a todo tipo de material en inglés, ya sea libros, noticias, podcast, series, etc.; pasando por actividades cotidianas de la vida, como ir al banco, al supermercado o ir al doctor; y tal vez lo más potente, interactuar con otros en inglés. Es en este punto que nos encontramos con el paracaídas número dos, el networking. 

 Ya sea para practicar tu inglés, para enfrentarte a tus temores o para ir ganando experiencia local, resulta una pieza fundamental en tu crecimiento laboral el que hagas conexiones, que otros puedan apreciar todos esos conocimientos o aptitudes con los que cuentas y que puedan dar fe de ello. Pero ¿Por dónde comienzo? No hay una sola respuesta, pero algunas opciones son: voluntariados o trabajos que no implican conocimientos profesionales. 

En Canadá los voluntariados son muy valorados y respetados, debes asumirlos con mucha responsabilidad y compromiso, y si bien no recibirás una contraprestación monetaria, definitivamente expandirás tu red de contactos y sobretodo podrás contar con referencias canadienses. Yo suelo aconsejar buscar un voluntariado en un lugar o puesto soñado, eso te permitirá hacerlo con mucho gusto.  

Respeto al empleo no profesional, míralo como el primer peldaño de una gran subida. En ese puesto puedes demostrar tus «soft skills» y tu nivel de inglés, a cambio obtendrás que una persona hable positivamente de ti y de tu trabajo. En la cultura canadiense el valor de la palabra toma un significado especial. Si otra persona puede hablar de tu trabajo bien hecho y de tus aptitudes positivas, cuentas con una pieza importantísima para encontrar ese trabajo que tanto buscas. 

Migrar implica mucha adaptación y resiliencia, a veces puedes sentir que has retrocedido en muchos aspectos, pero toda esa experiencia adquirida te brindará una gran oportunidad para crecer profesional y personalmente. Vas a sentir miedo al inicio, pero el enfrentar tremendo reto te hará sentir muy liberado, tal vez más que hacer paracaidismo.

(*) Colaboracion de:  Giuliana Lira Guzmán, alumni PUCP y Settlement & Employment Specialist en  DIVERSEcity Community Resource Society – Vancouver, Canadá