La vicerrectora académica de la PUCP, la Dra. Cristina Del Mastro, nos cuenta los objetivos planteados durante su gestión y cómo fue el proceso que atravesó la PUCP para adaptarse a la nueva modalidad de educación a distancia.
Yo estudié en la PUCP durante la década de los ochenta, una década muy convulsionada por el terrorismo. Para mí, la universidad fue un espacio de oportunidad para aprender muchas cosas, para compartir con personas de distintas disciplinas y poder conocer distintas dimensiones de nuestro país.
Personalmente, tuve una excelente experiencia como estudiante en el colegio. Para mí, la etapa escolar fue una oportunidad de formación integral y de descubrir que la educación era un proceso a través del cual se puede optimizar y sacar lo mejor de las personas. Además, mi interés por la infancia y por los temas de discapacidad hicieron que ingresara a la universidad con la idea de especializarme en el tema de la educación. Mi meta, en algún momento, fue ser profesora de educación especial, pero en el camino fui tomando otros rumbos.
Desde que ingresé a trabajar en la universidad, siempre estuve involucrada en distintos proyectos relacionados a la formación de los docentes como el de “Educación y Cultura de Paz” por los años noventa en el que formábamos a los profesores del magisterio, y “Calidad de la Educación y Desarrollo Regional” en el que era tutora de los programas de educación a distancia.
Tiempo después me doctoré y me propusieron ser directora del Centro de Investigaciones y Servicios Educativos de la PUCP (CISE). Es así como empieza mi interés por la gestión universitaria, que no fue una apuesta personal, sino que fueron las circunstancias las que me permitieron asumir determinados cargos, siempre relacionados al desarrollo de los profesores. Luego pasé a la Dirección Académica del Profesorado, en ese momento decidí seguir la Maestría en Política y Gestión Universitaria, para encontrar mejores herramientas para la gestión universitaria.
Este fue un proceso que se fue gestionando de manera colaborativa entre distintos profesores de la PUCP, que a raíz de la crisis que la Universidad atravesó en el año 2018, empezaron a reunirse para proponer soluciones. Yo no fui parte del grupo inicial de profesores. A mí me convocaron luego para dar mi opinión en temas de enseñanza , aprendizaje, docencia y didáctica universitaria. Finalmente, cuando fueron escogiendo a las posibles personas que podían conformar la lista para postular al Rectorado de la PUCP, me propusieron ser parte de ella y acepté. Fue una decisión dura porque en ese momento era decana de la Facultad de Educación,pero consideré que desde mi experiencia y trayectoria podría contribuir al desarrollo académico de nuestra casa de estudios..
A nivel académico, buscamos ir fortaleciendo distintas dimensiones que hagan que los estudiantes puedan consolidar una formación que les permita ofrecer a la sociedad peruana, y también global, lo mejor de sí.
Con respecto a los alumnos, queremos atender el bienestar estudiantil entendido en sus múltiples dimensiones. Queremos brindar espacios de desarrollo y formación integral con énfasis en el bienestar físico, psicológico, económico, y socioemocional del alumno.
En cuanto a los docentes, estamos trabajando muy de la mano con la Dirección Académica del Profesorado para poder ir mejorando las condiciones del trabajo de los docentes y sus perfiles para ir potenciando sus labores de enseñanza.
Además, es muy importante revisar nuestro modelo educativo de cara a pensar cuáles son los logros que esperamos en la formación de nuestros estudiantes. En ese sentido, queremos formar profesionales que puedan estar a la altura de los retos del siglo XXI, donde vemos que la tecnología y las grandes transformaciones sociales y económicas demandan de nuestros egresados la adaptación constante a los cambios y una actitud proactiva, pero ética, para poder dar lo mejor en los lugares en los que les toque desempeñarse laboralmente.
Parte de esta transformación de la sociedad, hace que las carreras se vayan transformando, y que las disciplinas originales se vayan integrando unas con otros, desde una manera más multidisciplinaria como fue el caso de la carrera de Trabajo Social.
Esta mirada del desarrollo y el bienestar social puede ser abordada de manera interdisciplinaria, y yo creo que nuestras egresadas de esta especialidad pueden aportar mucho en esta mirada transversal del bienestar social y el bienestar personal.
En la PUCP tenemos la maestría en Gerencia Social que tiene un éxito tremendo y que va formando a muchas promociones a nivel nacional.
Una de las fortalezas que tuvimos como universidad es que ya contábamos con años de experiencia en el tema de educación virtual, tanto en la Facultad de Educación como en la unidad encargada de estos procesos que es PUCP Virtual. Otra fortaleza importante que tuvimos fue contar con una plataforma muy potente como Paideia, administrada de gran manera por la Dirección de Tecnologías de la Información (DTI).
Otro factor clave fue que rápidamente convocamos a todas las autoridades académicas para poderles explicar los lineamientos básicos que se formularon desde el Vicerrectorado Académico. De esta forma, ellos pudieron empezar a seleccionar los cursos de las mallas curriculares que podrían ser virtualizados. Además, se empezó una capacitación masiva a los profesores.
En casi tres semanas, pudimos empezar a ofrecer la selección de cursos a nuestros estudiantes. En el pregrado hemos virtualizado alrededor de 85% de la totalidad de los cursos, mientras que en el posgrado fue más del 90%.
Todos estábamos convencidos que la universidad no podía parar y que toda la calidad y experiencia en nuestra modalidad presencial teníamos que trasladarla a esta nueva modalidad virtual para estar a la altura del reto.
Estamos ya en el segundo semestre de educación remota. Nuestros estudiantes, a través de las encuestas que hemos podido aplicar, muestran un nivel de satisfacción bastante alto. Siempre hay cuestiones que mejorar, ya que estamos en un proceso de adaptación de emergencia. Creo que en el futuro inmediato podremos seguir perfeccionando nuestro modelo educativo. Pensamos que tenemos que ir convirtiéndonos progresivamente en una universidad más semipresencial que presencial. Esta experiencia nos está fortaleciendo en ese camino.
Yo creo que la Universidad ya se está adaptando. Me parece que hay un tema importantísimo de poder pensar en el alumno. En ese sentido, hay muchas cosas que se realizaban en las clases presenciales que al tenerlas que adaptar al modelo de educación remota, han requerido de una gran creatividad por parte de los profesores y las autoridades. Estamos en todo este proceso de repensar estas nuevas maneras de enseñar y de aprender.
Mi mensaje es de cercanía a pesar de la distancia. Nuestro mayor reto es seguir sintiéndonos comunidad y seguir vinculados al espíritu PUCP, a pesar de no acceder al campus. Eso es duro y difícil, pero creo que lo estamos logrando. Son momentos duros. Estoy segura que nuestros estudiantes y egresados están saliendo adelante a pesar de la adversidad y están brindando lo mejor de cada uno para ir saliendo progresivamente de esta crisis.