Conoce a nuestra egresada de la Facultad de Gestión y Alta Dirección que viene destacando en el mundo financiero y deportivo, gracias a su disciplina, talento y perseverancia.
En realidad, durante mi época universitaria, yo pensaba especializarme en el área de la Gestión Pública, pero por cosas del destino comencé a trabajar en bancos y siempre fui buena en los temas financieros, entonces al final me incliné más al sector bancario.
Yo soy analista de Riesgo Empresa. Me encargo de evaluar créditos a medianas y grandes corporativas, para analizar qué tipo de financiamiento necesitan. Recientemente, he estado involucrada de forma muy activa en el tema de Reactiva Perú, en el que estuve a cargo de un proyecto para reformar la asignación de créditos para los clientes, implementando procesos más ágiles y cambios de normativas. Al final crecimos en clientes y nos fue muy bien.
Yo jugaba en las losas de mi barrio desde que era niña. Llegó un momento que buscamos una academia para seguir aprendiendo, pero no había academia de fútbol para mujeres. Después conocí a una entrenadora que me dijo que estaba formando un equipo de mujeres, y fue así que recién a los 12 años comencé a entrenar fútbol, pero solo lo veía como un hobbie en ese momento.
Yo ya me había alejado un poco del fútbol ya que me dediqué más de lleno a mi carrera profesional y acabar mi maestría en Gestión Empresarial. Pero, en el 2019 hubo una convocatoria para integrar el equipo femenino del club Alianza Lima, yo fui a la convocatoria y me seleccionaron, fue así que regresé al fútbol.
La verdad es que a mí me llena jugar fútbol y me hace muy feliz. Trabajamos fuerte en el 2019 y llegamos a la final de la región Lima que jugamos contra la ‘U’ en el Estadio Nacional. Toda mi familia fue a verme. Fue un sueño jugar la final en el Nacional con los hinchas alentándonos desde las tribunas. Alianza Lima se ha tomado muy en serio el fútbol femenino. Nuestro objetivo es llegar a la Copa Libertadores femenina y no solo ir, sino pasar la fase grupos.
Muy importante. Si yo no hubiera pertenecido a la selección de futsal de la PUCP, me hubiera dedicado solamente a estudiar y hubiera dejado ese interés por practicar deporte. Eso me ayudó a ser una persona disciplinada y saber organizar mi tiempo. Por el lado académico, la Universidad me brindó una capacidad de análisis, sobre todo en el tema financiero, que me ha ayudado bastante en los puestos que he
desempeñado.
El Perú aún es una sociedad machista, cuando era una niña y jugaba fútbol en mi parque, algunas personas pasaban y me decían que me vaya a jugar con mis muñecas y otros comentarios de ese tipo. Felizmente, a mí no me afectaba y siempre tuve el apoyo de mis padres. En el trabajo también me pasaron cosas parecidas. Cuando yo era más joven y le negaba créditos a algunos clientes que tenían bastantes años de experiencia, ellos lanzaban comentarios para tratar de desacreditar mi labor.