Brújula Noticias #78 Un día con
30/11/2020

Alberto Ísola: Reconocido actor y director de teatro

Conoce a Alberto Ísola, quien cuenta con 42 años de experiencia en el mundo artístico en los que ha trabajado en múltiples producciones teatrales, televisivas y cinematográficas. Además, es magíster en Literatura Hispanoamericana por la PUCP y en el 2015 fue condecorado como Ex Alumno Distinguido de nuestra casa de estudios.

Su vocación y pasión por el teatro nació a los quince años, cuando ingresó al club del teatro de su colegio gracias a la invitación de uno de sus maestros. Fue así que comenzó una larga y destacada carrera ligado a la actuación y a la dirección escénica. “Yo estaba bastante perdido en ese momento. La verdad que había visto muy poco teatro, pero entré a un ensayo y literalmente me quedé para toda la vida. Me di cuenta que eso era lo que quería hacer”, señala.

Al culminar su etapa escolar, Ísola le comunica a su padre que quería estudiar Dirección Teatral, aunque en un principio se opuso, finalmente accedió con la condición de que primero estudiara dos años en la Facultad de Letras de la PUCP. “Fue una excelente decisión por dos razones : La primera es que tuve unos maestros extraordinarios que me marcaron como Luis Jaime Cisneros, Franklin Pease, José Antonio del Busto, entre otros. Esos dos años fueron fundamentales en mi formación desde todo punto de vista. La segunda razón fue que a media cuadra de donde quedaba la PUCP en ese momento, estaba la Escuela de Teatro de la Universidad Católica (TUC). Para mí era como entrar al teatro por la puerta grande”, expresa.

Su primer contacto con el TUC se dio gracias a su amigo y actor Gianfranco Brero, quien lo llevó a ver una obra en la mítica sala del jirón Camaná. En ese momento conoció a Luis Peirano, quien más adelante lo invitó a unirse a esta emblemática escuela. “Primero entré a trabajar en el TUC cómo encargado de la utilería y el montaje. Después, entré a la Escuela para prepararme porque ya pensaba irme al extranjero a estudiar. El TUC era un sitio mágico. Fue el descubrimiento, no solamente del teatro, sino de algunas personas que después se volvieron compañeros de trabajo y mis más entrañables amigos como Alicia Morales, Monica Dominguez, Víctor Prada, Gustavo Bueno, entre otros”, recuerda.

Él resalta que el paso por las aulas de la PUCP lo ayudó a convertirse en un artista más completo, ya recibió una formación académica y humanística que le permitieron destacar y ser un referente en el mundo del teatro. “En la PUCP recibí una formación humanística de primerísimo nivel que llevo conmigo siempre. A partir de ese momento mi trabajo como hombre de teatro siempre ha estado guiado por los valores y el interés por la investigación que me inculcaron ahí”, expresa.

Ísola considera que este tipo de formación integral es muy importante para cualquier actor o director, ya que les permite tomar conciencia del rol importante que puede llegar a tener el teatro en la sociedad, así como cualquier otra expresión artística, en la sociedad. “Como dice Shakespeare en Hamlet, nosotros somos las breves crónicas del tiempo. Eso quiere decir que los actores, el teatro y el arte en general, hablan de un momento específico de la historia y para un público específico. Por más que el teatro pueda no ser directamente político o partidario, siempre está relacionado con lo que nos rodea”, afirma.

Ante la pandemia de la COVID-19, el teatro se ha visto en la necesidad de adaptarse a este nuevo contexto, utilizando las plataformas digitales para seguir llevando el arte a las personas. Para Ísola, esta situación ha abierto muchas oportunidades para desarrollar propuestas escénicas más innovadoras y creativas. “Yo pienso que hemos ganado una nueva manera de hacer teatro, la cual no creo que reemplace a la otra, sino que se pueden complementar. Esta idea del streaming como herramienta que permite hacer llegar una función teatral a gente que de repente está muy lejos, me parece muy interesante”, manifiesta.

Uno de los grandes amigos que tuvo a lo largo de su vida profesional fue Ricardo Blume, fundador del TUC y quien recientemente falleció. Él lo recuerda con mucho cariño y admiración y resalta el gran legado que dejó en el mundo del arte del Perú. “Yo creo que el gran legado de Ricardo es la formación que le dió a sus alumnos y que sobrevive a lo largo de los años. Él les inculcó esa necesidad de no quedarse simplemente en la actuación, sino hacer que el actuar tuviese que ver también con la investigación, la cultura, el aprendizaje y la vida cotidiana. Todos nosotros que fuimos parte de su mundo de alguna manera, recordamos siempre los valores que él tenía frente al trabajo y la responsabilidad frente a sus compañeros y al público”, finaliza.