Un nuevo informe por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDN) y la Fundación Bertelsmann Stiftung sitúa al Perú en el puesto 49 por debajo de países latinoamericanos como Chile, Costa Rica, Ecuador, en términos de desarrollo sostenible. Ante estos resultados, ¿Cómo podemos contribuir al cambio?
A un mes de celebrar el año del Bicentenario del Perú nos encontramos con algunas consideraciones a mejorar en materia ambiental. Según la Comisión Mundial sobre Medioambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas la sostenibilidad ambiental es el accionar que asegura que las generaciones futuras tengan suficientes recursos disponibles para tener la misma calidad de vida, o mejor, que las generaciones presentes.
Hoy en día, es un reto para todos los peruanos garantizar un desarrollo sostenible, ya que nuestro país tiene brechas muy grandes de desigualdad y pobreza. Los impactos en la salud y condiciones de vida se ve amenazada por las condiciones de cambios climáticos. Por ejemplo, al menos el 80% de las poblaciones andinas y rurales, tales como Huancavelica, Apurímac y Huánuco, su seguridad alimentaria depende de las condiciones climáticas. Además, la distribución de enfermedades como el caso del dengue, zika, están asociados a los incrementos de temperatura y humedad.
Por esta razón, se propone soluciones desde la ciudadanía, instituciones y empresas para generar acciones medioambientales asegurando así un favorable desarrollo sostenible.
Uno de ellos, es frenar la deforestación. De acuerdo al Global Forest Watch, el Perú viene desde el 2010 deforestando 78,7 millones de hectáreas de bosque natural. Manuel Pulgar Vidal, ex ministro del ambiente, sostiene que existen cuatro causas de deforestación de los bosques amazónicos tales como la minería ilegal, la agricultura migratoria, la tala ilegal y el desarrollo de nuevos asentamientos poblacionales. “La actividad migratoria se produce cuando llegan poblaciones a zonas boscosas buscando encontrar mejores condiciones para el desarrollo que por lo menos satisfaga sus necesidades y subsistencia; la tala ilegal, actividad que causa la depredación de especies; y la minería ilegal que contamina”, señaló.
Para combatir la deforestación, destacó que las políticas forestales debieron ser una adecuada solución, sin embargo ellas nunca se consolidaron y nunca fueron del todo acabadas.
Otra medida es que las empresas trabajen en relación a un plan de sostenibilidad, con una clara visión de largo plazo y acciones concretas de corto plazo. Una visión hacia una economía de emisiones netas cero de carbono, resiliente al cambio climático y que enfrenta los procesos de pérdida de naturaleza es hoy día fundamental para asegurar la sobrevivencia de empresas responsables.
Se deben gestionar productos de forma amigable e informar sobre el proceso que ha sufrido para exhibirlo en el mercado. Natalia Cauvi, coordinadora de políticas ambientales en Conservation International, refirió que “hoy en día las grandes empresas y los negocios más destacados incluyen la variable ambiental porque saben que en el mundo está emergiendo una nueva economía climática y no quieren quedarse fuera del radar”, señaló.
Manuel Pulgar – Vidal afirmó que existe una nueva economía en el que se incluye la variable ambiental. “La empresa tiene que reconocer que el mundo está desarrollando los elementos de una nueva economía con altas consideraciones climáticas y de lucha contra la pérdida de la naturaleza que involucra el sistema de producción y que se extiende a un cambio en la preferencia de los consumidores.
Por último, desde el frente de la ciudadanía, se debe ejercer un rol activo para cuidar y proteger el medio ambiente. Natalia Cauvi, resaltó que es importante considerar la temática ambiental en las propuestas políticas. “Nuestro rol debe ser vigilante hacia las autoridades, cada vez que votemos, debemos apostar también por el plan ambiental que debe estar presente”, anotó.
El llamado a revertir el cambio climático es actuar ya. En este 2021, debemos cuidar de nuestras prácticas, ser parte de soluciones y contribuir a disminuir la pérdida de bosques, especies y animales, ya que todos forman parte de la biodiversidad del planeta. Por ello, es importante que todos nos sumemos a cuestionar nuestras prácticas y las exijamos en los demás.